¿Te acordás de aquella vez en que empezamos a recordar? Bueno, eso espero. Sin vos hoy no sería nada, nadie; vacía, rara, solitaria me sentiría.
¿Te acordás de las veces en que nos sentimos invadidas de alegría? Qué momentos... momentos que dan placer recordar, momentos que se extrañan por más efímeros o intensos que hayan sido. Sin vos no sabría como revivirlos, traerlos a mí un ratito más.
No olvidemos aquellos momentos espantosos; por más feos que sean nos ayudaron a crecer, madurar y ser, día a día, una persona mejor; aprendiendo de esos errores para no volverlos a cometer.
¿Y esos momentos que no fueron pero fueron a la vez?, ¿Qué me decís de esos?
La veces que nos guardamos un "te quiero", un "te amo", un "te extraño" y que igualmente los decimos en los ratos más silenciosos y solitarios, cuando nada ni nadie nos vea ni escuche sólo para sentirnos un poquito mejor. (¡Aclaremos que de esos son los que más conozco!, ¿Por qué será?)
Sólo espero, amiga mía, amiga de la más fiel, que estuvistes conmigo desde el comienzo de la vida que no me abandones por más horrendos que sean los días, por más difíciles que sean los obstáculos. Qué sigamos siendo una sola hasta que se apague la luz.
Gracias a ti, amiga mía puedo traer a mi presente lo que es el perfume de las flores en primavera; lo que fue un te quiero de la persona más amada; el calor de un abrazo bien dado, las risas de las personas más queridas... puedo ser única y diferente de los demás. Sin tí, memoria mía, no sería nada en este mundo.